Este año, los campamentos de verano van a ser muy distintos. Es algo que nadie duda. La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 nos ha cambiado la vida a todos. Y especialmente a la de los pequeños de la casa. La suspensión de las clases ha mantenido confinados a los niños y niñas durante mucho tiempo. ¡Casi tres meses! Esa circunstancia ha hecho que el contacto con sus compañeros de clases y amigos haya sido nulo durante un lago periodo de tiempo. ¡Toca volver a socializar!
Las acampadas van a ser, por tanto, una genial vía de escape para los menores. Pero hay que extremar las precauciones para que el reencuentro con amigos y monitores sea lo más seguro posible. Ya sabemos que el virus está remitiendo, pero toda precaución es poca cuando se trata de la salud y el bienestar de nuestros hijos. ¿Verdad? Por esta razón, las empresas organizadoras de campamentos en época estival, agrupadas en el Colectivo Nacional de Campamentos de Verano, han elaborado un protocolo sanitario para mantener al Covid-19 alejado de sus instalaciones. El resumen de este documento podría ser el siguiente: “Prevención, control e higiene”. Pero vamos a desarrollar sus puntos principales para sepáis de lo que estamos hablando.
Espacios libres de Covid-19
Ante todo, los campamentos deben ser espacios libres de Covid-19. La desinfección de habitaciones, zonas comunes, comedores y baños debe realizarse de forman concienzuda antes de que comiencen a llegar los participantes. Concienciar al personal que trabaja en dichas instalaciones de la importancia de mantener todo bien limpio ha de ser primordial. Cada rincón de los campamentos debe ser limpiado a fondo con productos desinfectantes.
De la misma manera, toda la instalación debe contar con dispensadores de gel hidroalcohóloico repartidos estratégicamente para que los niñ@s y monitores puedan hacer uso de ellos en todo momento. Como si se tratase de una fortaleza, los responsables de los campamentos deberían impedir la entrada y salida de personas ajenas. De esta forma se evitarán muchas posibilidades de contagio. Suprimir las excursiones fuera del recinto también se considera una medida efectiva en este sentido.
También el uso de las instalaciones debe ser responsable. Como señala el documento sanitario, no conviene ocupar más del 50% de las plazas disponibles. Esto es: si las habitaciones son para cuatro niños (con dos literas), lo aconsejable es que cada habitación sea ocupada por solo dos menores (uno en cada litera). Así se cumplirá con el distanciamiento que marca la legislación al respecto.
¿Qué deben saber los monitores y los pequeños?
La primera responsabilidad la tienen, por supuesto, los monitores. Su primera misión, entre otras tantas, será tomar la temperatura a cada uno de los niños y niñas antes de su ingreso en el campamento. Esta tarea se repetirá cada día para llevar un concienzudo registro. Además de proponer juegos, talleres y otras actividades, los profesionales de los campamentos deberán formar a los participantes sobre las rutinas de higiene. ¡Son muy importantes! Se incidirá mucho en la higiene personal y el constante lavado de manos. Cada actividad deberá contar con su propia rutina de limpieza, tanto del material que se utilice como de la instalación en la que se haya llevado a cabo. Los pequeños no podrán pasar de una actividad a otra sin lavarse las manos previamente.
Los participantes, por su parte, deben tener en cuenta que no pueden desobedecer ninguna de estas normas. Y también deben saber que durante todo el campamento tienen que evitar una serie de actos. Entre ellos:
- No compartir la cantimplora ni la linterna con los compañeros.
- No prestar ropa (gorras, bañadores…) a sus amigos.
- Respetar las distancias en el comedor y zonas comunes.
- No compartir, vasos, cubiertos o alimentos (bocadillos, golosinas, helados…).
Los campamentos de verano son lugares aislados. Y si se encuentran en plena Naturaleza, como es el caso de los que organiza TravelAventura en la Sierra de las Nieves, las posibilidades de que surja un brote de contagio es muy reducida. Y si, además, se cumplen al dedillo todas las recomendaciones sanitarias, la tranquilidad de padres y madres está asegurada. ¿Vas a dejar que tus hijos se pierdan la experiencia de vivir un campamento de verano? Se han portado como campeones durante todo el confinamiento. ¡Ahora les toca disfrutar!